Primera columna radial que leí el jueves 15/10 en Hablando de City Bell (jueves de 20 a 21 hs) por Radio Signo http://radiosigno.com.ar
SALVAR AL MUNDO DESDE CITY BELL
Puede parecer muy exagerado pero si cada uno cuida su micro ecosistema la sumatoria de individualidades lograra mejorar la calidad de vida humana y planetaria. ¿como hacerlo?
Para empezar podemos seguir el ejemplo de los primeros ecologistas: nuestros abuelos.
Recuerdo a mi abuelo José con su huerta en el jardín en cuyo fondo tenía un pozo profundo donde tiraban los restos de comida y todo lo que es orgánico para transformarse con el tiempo en abono para las plantas.
En City Bell quien más, quién menos, todos tienen un pedacito de terreno y no hay excusas para no poder hacer una abonera (chica, mediana o grande): restos de comida, pasto cortado, hojas de arboles, resto de frutas y hortalizas, cascaras de huevo, etc. sirven para producir abono (o Compost como se le dice ahora) y para seguir reduciendo la basura que sacamos embolsada es vital clasificarla previamente, para que se pueda reciclar el vidrio, el plástico, las latas... eso también hacían nuestros abuelos (aunque antes no había tanto plástico); otra cosa era juntar el agua de lluvia para regar, en vez de malgastar el agua potable que tan caro cuesta producir.
En City Bell quien más, quién menos, todos tienen un pedacito de terreno y no hay excusas para no poder hacer una abonera (chica, mediana o grande): restos de comida, pasto cortado, hojas de arboles, resto de frutas y hortalizas, cascaras de huevo, etc. sirven para producir abono (o Compost como se le dice ahora) y para seguir reduciendo la basura que sacamos embolsada es vital clasificarla previamente, para que se pueda reciclar el vidrio, el plástico, las latas... eso también hacían nuestros abuelos (aunque antes no había tanto plástico); otra cosa era juntar el agua de lluvia para regar, en vez de malgastar el agua potable que tan caro cuesta producir.
y recuerdo a mi abuela Hortensia que, precursora en el ahorro energético, me retaba si dejaba la luz prendida en una habitación vacía, Ella reciclaba sachets de leche vacíos cortándolos en tiritas largas y tejiendo bolsas para los mandados.
Muchos de los que me escuchan podrán decirme que los tiempos cambiaron y ya no podemos hacer lo que hacían nuestros abuelos. Quizás sea difícil poder hacer una huerta, pero no es imposible y puede parecer ridículo enderezar clavos usados, guardar alambre oxidados o hacer una palita con una lata de dulce de batata, pero lo importante es el ejemplo que nos dejaron y nos dejan (hay muchos abuelos con tantas cosas para enseñarnos si les damos la oportunidad para que nos las cuenten), o sea: La cultura del ahorro y del cuidado de lo que se tiene y se consigue con el sudor de la frente.
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